Tres cerditos y un lobo se van de concierto

En un lejano y profundo bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. Vivían felices y sin preocupaciones, pero ahora tenían miedo porque les habían avisado que un malvado lobo merodeaba el bosque.
Para protegerse querían construir una casa diferente cada uno. Sin embargo, se dieron cuenta que no tenían tiempo y que la mejor opción era construir una casa entre los tres. Cada uno se encargó de recoger materiales que había por el bosque. Se pusieron a trabajar y acabaron la casa en dos días.
Como estaban muy satisfechos con su trabajo decidieron celebrarlo e hicieron un concierto al que invitaron a todos los animales del bosque. Reían y cantaban: "¡El lobo no puede entrar! ¡No nos comerá!"
El lobo los escuchó y se acercó para ver que sucedía. Llamó a la puerta: "¡Toc, toc, toc!"
Los cerditos y sus invitados se quedaron paralizados mirando hacia la puerta. Uno de los cerditos preguntó: "¿Quién es?"
El lobo dijo: "¡Ábreme la puerta!"
El cerdito se acercó a la puerta y abrió. Él pensaba que era su amigo el ciervo que se había retrasado. Cuando vio al lobo gritó: "¡Corred, es el lobo!"
Todos los animales empezaron a correr por toda la casa. Algunos hasta saltaron por las ventanas. Otros, se quedaron paralizados y no se podían mover del miedo que tenían.
Asombrado por lo que estaba viendo, el lobo exclamó: "¡Quietos todos!"
Los cerditos le dijeron: "¡Por favor, no nos comas!"
Y el lobo les dijo: "¿Comeros? ¡Puaggg! Pero si soy vegetariano".
Los tres cerditos asombrados le dijeron al lobo la historia que les habían contado en el bosque. Todos decían que el lobo era feroz y que comía a los animales.
El lobo les explicó que siempre se contaban historias de los lobos que no eran verdad. Él siempre paseaba por los bosques en busca de amigos. Pero cuando lo veían, todos escapaban. Se sentía solo y triste.
Los tres cerditos vieron que era bueno e inofensivo. Sabían que tenían que conocerlo y que podía ser un buen amigo. El aspecto que tuviese y lo que los demás dijesen ya no importaba. Lo invitaron a la fiesta y todos disfrutaron del concierto.